"Mucho sol en la bahía, tengan cuidado"

Oakland, California. Una bonita urbe situada en el área de la Bahía de San Francisco con una gran diversidad étnica y altas temperaturas. Sí, genial para la Wikipedia, pero en el baloncesto Oakland significa diversión, significa Golden State Warriors, además de ser el lugar de nacimiento de un tal Gary Payton, y ahora que se ha terminado la racha de victorias con 16 consecutivas es el mejor momento de hablar y analizar a estos Warriors.


Cuando alguien escucha hablar de los Golden State Warriors lo primero que piensa es “Triples”, o en el “Run & Gun” si es un entendido de este deporte. Una franquicia que en las últimas fechas ha conquistado muchos corazones, pero también es una de las peores franquicias NBA del siglo XXI con sólo 3 participaciones en Playoffs en lo que llevamos de siglo, ampliable hasta 1994, es decir, 3 participaciones de 20 posibles para una franquicia que, tiempo atrás (Muy atrás), fue de lo mejor, llegando varias veces a luchar por el título entre 1956 y 1975.

Y es que hablar de los Warriors es hablar de la búsqueda de la vuelta a la gloria, volver a ser importantes, volver a ser campeones, algo que no ocurre desde la temporada 1974/75, 40 añitos de nada. Pero, ampliando barreras, hablamos de una franquicia que no gana su Conferencia desde ese mismo año, y que lleva sin ganar su división desde 1976, ahí es nada. Un equipo fundado en Philadelphia en 1946, que se trasladó a San Francisco en 1962 y que pasó a denominarse Golden State Warriors en 1971 que ha ganado 3 Campeonatos (1 de la BAA y 2 NBA, sólo uno en la costa oeste), 6 títulos de Conferencia y 7 títulos de División.

Franquicia histórica que contó con uno de los más grandes desde 1959 hasta 1964, Wilt Chamberlain, Mr. 100 puntos, pero que, casualmente, no logró alcanzar el éxito con los de la bahía al encontrarse en repetidas ocasiones con los Celtics de Bill Russell en las finales. Pero esta franquicia tiene “ese algo”, eso que les hace especiales, y por ello se les recuerda como los campeones más sorprendentes de la historia de la NBA (1974/75), el anillo más imprevisto de la historia por muchos expertos tras vencer en cuatro partidos a los Washington Bullets, con una plantilla con Rick Barry como estrella y con Al Attles, otro histórico Warrior, como entrenador. Fue tal la sorpresa que tuvieron que disputar sus últimos partidos fuera de su pabellón, el Coliseum Arena, pues no se esperaba que llegaran tan lejos en la postemporada y se programaron otros eventos.

Ese fue el gran momento de una franquicia que sólo ha participado en 8 Playoffs desde 1977, con otra buena época de resultados a finales de los 80 y principios de los 90 gracias al Trío TMC (Hardaway – Richmond – Mullin), y con grandes sombras desde 1994, la mítica época de Richardson, Jamison o Arenas, el “We Believe” con Ellis y el grandioso Biedrins o la oscura época pre-Mark Jackson, cuando el sol volvió a aparecer poco a poco por Oakland.

Y nos encontramos en la actual temporada, 2014/15, que comenzó con dudas tras la destitución de Mark Jackson poco después de caer en primera ronda contra los Clippers. Una destitución difícil de entender tras los buenos resultados de Jackson las últimas temporadas que pareció derrumbar todo, con rumores del malestar de Stephen Curry, el traspaso de Lee o Bogut, el intercambio entre Thompson y Love, muchos movimientos que no se han producido.

Llegó Steve Kerr y con él las dudas. Dudas de por qué pagarle tanto (5M$ al año) siendo un entrenador novato, dudas por el rendimiento que podría tener, pero las ha disipado todas en este comienzo dándole a la franquicia otro punto más, un nuevo nivel. Líderes de la Conferencia Oeste y mejor record de la NBA con 21-3, con una racha de 16 victorias consecutivas, la mejor de la historia de la franquicia y la mejor racha histórica de un entrenador novato.


Pero, ¿hay motivos reales para ilusionarse con estos Warriors y pensar que puedan hacer algo grande? SÍ, totalmente, estamos ante un equipo ilusionante que ha conseguido dar un paso más a nivel defensivo y mantener esa alegría ofensiva que tanto le caracteriza y que le hace ser el equipo más entretenido de ver en toda la NBA, y lo que es más importante, el banquillo este año sí funciona.

Un “contender” siempre ha de tener una gran estrella y líder (Stephen Curry), un buen escudero con el que el líder pueda coexistir (Klay Thompson), un grupo de currantes capaces de aportar tanto en ataque como en defensa (Harrison Barnes, Andre Iguodala o Draymond Green), un interior con buenas capacidades defensivas (Andrew Bogut) y un banquillo con capacidad de aportar (Shaun Livingston, Andre Iguodala o Marresse Speights). Es decir, estos Warriors cumplen con todas o casi todas las necesidades que ha de cubrir un equipo que quiera aspirar a algo más que una simple primera ronda de Playoffs.

Algunos verán esto como una locura, no voy a esconder mi ilusión como aficionado de los GSW, pero esto no es una simple opinión condicionada por unos colores, es un pensamiento cada vez más extendido entre todos los aficionados de la NBA, pues un equipo que gana 16 partidos consecutivos hay que tenerlo muy en cuenta, más aún si consiguen igualar un dato histórico: 21-2, 4 de los 9 equipos que han conseguido empezar la temporada con ese récord han acabado logrando el anillo, cuidado. Además, 6º equipo en la liga en Eficiencia Ofensiva (107.1) y, aunque parezca sorprendente, líder de la liga en Eficiencia Defensiva (95'5), es decir, mucho cuidado.


Además, los “Splash Brothers” están llevando su juego a otro nivel, siendo considerada como una de las mejores parejas exteriores de la liga, posiblemente la mejor. Klay Thompson ha comenzado a un nivel excepcional con unos números al alcance de muy pocos: 21’7 pts, 3’7 reb y 3’3 asist por noche, considerable mejora comparado con los 18’4 pts, 3’1 reb y 2’2 asist que promediaba la pasada temporada. Por su parte, Stephen Curry está en otro mundo y mantiene el increíble nivel mostrado la pasada temporada con 23’5 pts, 5’2 reb y 7’6 asist por noche con nivel MVP (4º de la liga en PER, Player Efficiency Rating), posiblemente el mejor base de la NBA junto a Chris Paul y el mejor tirador de la liga, que llegará a ser con total seguridad el mejor tirador de la historia.

Y, por si fuera poco, Draymond Green está creciendo a pasos agigantados esta temporada y se ha convertido en una pieza fundamental de estos Warriors con sus 13pts, 8reb y 3’1asist por noche, a la vez que Harrison Barnes ha vuelto a despertar con ese nuevo rol de alero titular que le ha concedido Steve Kerr y se marcha hasta los 11’2 pts, 6’4 reb y 1’5 asist por noche. Dos jugadores que han ganado importancia con respecto a la pasada temporada y que están dándole la razón a Steve Kerr con su elección como miembros del quinteto titular, mientras que Andre Iguodala, con el rol de sexto hombre, está siendo vital desde el banquillo con 7 pts, 3’5 reb y 2’6 asist, además de todo el trabajo defensivo e intangibles que no se reflejan en las estadísticas. Un líder de un banquillo que este año sí está rindiendo (alrededor de 30 puntos de media por encuentro), dejando atrás los problemas que se encontraban con la poca o nula aportación en general de la segunda unidad.

Mirando el juego interior nos encontramos a un Andrew Bogut (7’1 pts, 9’3 reb y 3 asist) que con su gran capacidad asistente desde el poste alto y su capacidad defensiva se ha hecho aún más fundamental en los esquemas del equipo, y un Marresse Speights que esta temporada sí se ha soltado y está rindiendo a un gran nivel desde el banquillo (12’2 pts y 5’3 reb). Además, la vuelta de Festus Ezeli tras un año en blanco permite que las ausencias de Bogut no se hagan tan notables como la pasada campaña.
¿Y David Lee? La gran incógnita sobre el esquema de Steve Kerr. A nadie se le escapa la importancia que tuvo Lee en temporadas pasadas y su buena asociación con Stephen Curry, ese interior anotador que todo equipo necesita y que la pasada campaña promedió 18’2 pts y 9’3 reb. El problema es el papel que adoptará cuando vuelva a la rotación tras recuperarse completamente de sus problemas físicos, pues Draymond Green se ha convertido en un fijo para Kerr y la afición gracias a su gran rendimiento. Si Steve Kerr consigue que Lee acepte y entre en la rotación en la segunda unidad estos Warriors pueden dar mucho miedo con un banquillo formado por Livingston – Barbosa – Iguodala – Lee – Speights, un auténtico lujo de segunda unidad, uno de los mejores banquillos de toda la liga.

En Oakland hay ganas de volver a tener un equipo luchando por grandes metas, la DubNation tiene ganas de celebrar algo más que un simple pase a Playoffs. La temporada es larga, pero este comienzo y el nivel que está mostrando el equipo ilusionan. La unión entre equipo y afición es total, con el Oracle Arena a rebosar cada noche. ¿Por qué no soñar con el anillo o con unas finales? Hay plantilla, hay nivel de juego y hay ganas, si la suerte con las lesiones acompaña podría ser el año de los Warriors, aunque suene a utopía. WE BELIEVE.







En honor al jugador más mítico e infravalorado de la historia de los Golden State Warriors, Andris Biedrins.