Allen Iverson: Talento y malas costumbres

En mi segundo artículo para esta genial web quería haceros una especie de “documental” sobre el jugador que he tenido como ejemplo en la cancha durante ocho años, los que llevo jugando al baloncesto. Con todos ustedes, “The Answer”.

Allen Ezail Iverson nació el 7 de junio de 1975 en Hampton (Virginia), Estados Unidos. Creció como un chico de “pequeño” tamaño, muy atlético y adulador del deporte. De  hecho, comenzó jugando en los equipos de fútbol americano (como quarterback) y baloncesto (como base) del Instituto Bethel. En su año junior, llevó a ambos equipos a ganar el campeonato estatal de Virginia, y consiguiendo, en las dos disciplinas, el premio al mejor deportista del instituto. 


Como todos sabéis, la vida de Allen Iverson está marcada mayoritariamente por su personalidad y su actitud. Los problemas graves comenzaron con una pelea. El Día de San Valentín de 1993, Allen se encontraba con su grupo de amigos en una bolera de su ciudad natal. El origen de la trifulca fue el escándalo que armaron ellos, por lo que fueron recriminados por un grupo de jóvenes blancos. Así dio comienzo una fuerte pelea en la que, supuestamente, Iverson golpeó con una silla en la cabeza a una chica blanca.

Él y tres amigos suyos más, fueron detenidos. Allen, a pesar de tener únicamente 17 años, fue juzgado como mayor de edad, y condenado con 5 años de prisión y 10 de suspensión. Cuando Iverson creía que se le acababa de cerrar la puerta hacia la NBA, el técnico de la universidad de Georgetown, John Thompson, decidió darle una segunda oportunidad tras analizar su gran talento para el baloncesto.

La futura estrella de la NBA aceptó una beca para dicha universidad. Vistiendo la camiseta de los Hoyas, Allen promedió medias cercanas a los 23 puntos por partido en anotación. Descubrió en esta etapa de su vida su habilidad para defender, logró una media de 3 robos por encuentro y ganó el premio al mejor defensor de la Big East Conference. El base seguía contando con un carácter muy difícil, pero sus números y su talento hacían que valiera la pena contar con él.

Allen Iverson dio el salto a la NBA antes de graduarse, pues su hermana cayó gravemente enferma y necesitaba un tratamiento especial. Fue seleccionado en primera posición en el draft de 1996 por los Philadelphia 76ers. En su año como “rookie”, consiguió medias tales como: 23,5 puntos, 7,5 asistencias y 2,1 robos por partido, unas estadísticas brutales para un hombre de primer año. De esta temporada se puede destacar  la invitación al concurso de mates, al que no acudió por lesión, su integración en el quinteto de rookies ideal, y las constantes críticas por su supuesta falta de respeto hacia las grandes estrellas NBA, como el crossover a Michael Jordan. 


La segunda gran etapa de la carrera deportiva de Allen Iverson queda marcada por la mejoría en su juego y en el de su equipo, los 76ers, más o menos desde 1997 hasta el año 2000. Como dato, se le apodó “The Answer”, haciendo referencia al hombre clave, al talento que el baloncesto de Philadelphia añoraba ya hace años.

En la temporada 97-98, los de Philadelphia mejoraron su balance respecto a la temporada anterior colocándose al final de ésta con 31 victorias y 51 derrotas, con un Iverson que seguía promediando cifras parecidas a las del año anterior.

En la temporada 98-99, se produjo un ‘lockout’, por lo que la temporada se redujo a 50 partidos comenzando en febrero. Allen Iverson ganó el título de máximo anotador de la NBA con 26´8 por encuentro y fue incluido en el quinteto ideal por primera vez en su carrera. Los Sixers alcanzaron los Playoffs, barrieron a Orlando en primera ronda pero quedaron aplastados por Indiana en la segunda.

En la temporada 99-00, Iverson promedió 26´2 puntos, 4´8 asistencias y 4 rebotes por partido, fue titular en su primero All-Star Game, y obtuvo un solo voto para el MVP, el cual quitaba la unanimidad al MVP de Shaquille O´Neal. Los Sixers se estancaron en semifinales de conferencia contra los Hornets de Charlotte.

Ahora viene la mejor parte del artículo, la que más he disfrutado escribiendo: la temporada 2000-01, es decir, el año del MVP de ‘The Answer’. Arrancó la temporada completamente enchufado llevando a su equipo a la victoria en los diez primeros partidos. Sus ya de por sí increíbles medias anotadoras ascendieron a 31,1 puntos por partido, convirtiéndose en el máximo anotador de la temporada, y además, en el primer jugador desde Michael Jordan (1996) en promediar más de 30 puntos por partido (liderando a la vez, claro está, en el apartado de las asistencias, robos y rebotes) en dicha temporada. Integró en el quinteto ideal de la NBA, ganó el MVP del All-Star Game en su segunda participación en el evento, y se convirtió, al ganar el MVP de la temporada regular, en el jugador de menor estatura en lograrlo en la historia de la liga. El equipo acabó la temporada con 56 victorias, la mejor de la Conferencia Este.


En la primera ronda de los Playoffs, los Sixers se deshicieron de los Pacers sin problemas. Después se enfrentaron en siete partidos a los Raptors de Vince Carter, quien, de haber anotado el tiro decisivo en el último partido, hubiera eliminado a los de Philadelphia. En finales de conferencia contra Milwaukee forzaron también hasta el séptimo partido, el cual ganaron sin demasiada dificultad. Se dice que el momento del pase a las Finales es el mejor momento de su carrera:


Ahora llegamos a, como diría mi abuela, ‘la guinda del pastel’. Las Finales del 2001: los Lakers de Kobe y Shaq, contra los Sixers de Iverson. En el primer partido de la serie, ‘The Answer’ completó un partido que quedó para la historia anotando 48 puntos para poner el balance a 1-0 para sus Sixers:


En los siguientes 4 partidos, Shaq y Kobe arrasaron a los Sixers, quienes tenían a la mejor versión de Iverson, pero aún así no sirvió como resistencia. Los Lakers fueron campeones de la NBA ese año, y el MVP de las Finales fue para O´Neal.

Este hecho marcó la carrera de Allen Iverson, ya que ni él ni los Sixers volvieron a ser los mismos desde aquellas finales. Desde aquí, hasta su último año en Philadelphia, cabe destacar:

  • Máximo anotador de la temporada (31'4); segundo mejor quinteto (2001-02).
  • Tercer máximo anotador de la temporada (27'2); medias increíbles en Playoffs: 31'7 puntos y 7'4 asistencias; supera su marca personal anotadora con 55 puntos en un partido contra los Hornets. (2002-03)
  • Participó en los JJOO de Atenas 2004, torneo al que no acudieron figuras como Tracy McGrady o Jason Kidd por motivos personales. El torneo fue decepcionante para los americanos, quedando terceros y consiguiendo así el bronce. 
  • Temporada marcada por las lesiones para el genio; primer jugador en llegar más rápido a los 14.000 puntos de carrera. (2003-04)
  • Máximo anotador de la temporada (30,7); segundo MVP del All-Star Game; supera su marca personal con 60 puntos ante Orlando Magic; al igual que en años anteriores, no hicieron nada en Playoffs. (2004-05)
  • Consiguió una media de 33 puntos por encuentro, pero Kobe Bryant le superó y no obtuvo el que sería su siguiente título como máximo anotador de la liga. No se clasifican para Playoffs. (2005-06)

Con la temporada 2006-07 ya comenzada, Iverson es traspasado a los Denver Nuggets, donde coincide con mi querido Carmelo Anthony, ambos los máximos anotadores del momento. Aquellos Nuggets accedieron a Playoffs pero sin los resultados esperados. Melo ocupaba el puesto de líder en el equipo, por lo que Iverson se limitó a ocupar el segundo plano, hasta que fuera traspasado en 2008 a los Detroit Pistons a cambio de Chauncey Billups, MVP que se encontraba en su mejor momento.


En Detroit soñaban con que ‘The Answer’ les llevara otra vez a lo más alto, incluso se esperaba de él que reviviera a los Bad Boys. Pero esto fue imposible para un hombre que se encontraba constantemente acosado por las lesiones, y decidió en un acuerdo con Joe Dumars, dejar el equipo y unirse a los Memphis Grizzlies, equipo donde le pasó lo mismo que en Detroit.


Después de su breve y casi inexistente paso por Memphis, volvió a su hogar, a los Philadelphia 76ers, a causa de la baja de Louis Williams, el base titular del equipo. En febrero de 2010, Allen dejó los Sixers de manera indefinida para estar al tanto de los problemas de salud de su hija pequeña, Messiah, y poco tiempo después sería despedido por el equipo.


Después, se anunció que fichó por el Besiktas Cola Turka de la liga turca, donde jugó hasta enero de 2011, mes en el que volvió a EEUU.

Allen Iverson, tras innumerables intentos de fichar por algún equipo NBA, no ha conseguido volver a la cancha desde entonces. Se rumorea, y apoyo esto, que David Stern manejaba una especie de ‘complot’ contra el jugador, para que ningún equipo fichara por él. Los Angeles Lakers tomaron interés en 2012, con la condición de que jugase antes en un equipo afiliado en la NBA Development League, y Allen lo rechazó, al igual que unas cuantas ofertas de equipos de la D-League. Además, estoy completamente seguro de que este tweet de Iverson del año pasado era una indirecta hacia Stern por mover los hilos financieros de la liga en su contra: "Mi deseo es acabar mi legado en la NBA, pero la decisión no depende solo de mí"

A parte de la pelea en la bolera del 14 de diciembre de 1993, Iverson ha sido protagonista de algunos problemas que ha tenido y tendrá a lo largo de su vida. Se sabe que ha tenido problemas con el alcohol, con las drogas, numerosos enfrentamientos con la policía, con su mujer (de la que está divorciado), etc. Influyó también en su carrera, a nivel físico y mental, un consejo del ex-jugador Gary Payton a Iverson, el cual decía que la falta de entrenamiento ayudaba a no sufrir tantas lesiones y mantenerte en buena forma (de ahí la famosa rueda de prensa sobre “Practice?” de Allen). Recientemente ha anunciado que se retira definitivamente del baloncesto profesional, a los 38 años de edad. En definitiva, uno de los talentos con los que el deporte tantas veces ha soñado se ha convertido, por su mala cabeza, en un deportista que no se ha comportado como tal, y con un final de su carrera deportiva enturbiado y en parte decepcionante.

«Sólo por ponerle un traje a un hombre, no significa que sea un buen tipo».