En el mundo del deporte y mas concretamente en la NBA, tendemos a mirar las estelas de las grandes estrellas de la liga de nombre Durant, Curry o Harden, pero hay una clase de jugador de una importancia vital para las aspiraciones de cada equipo en el mes de Mayo que no recibe la atención mediática que merece.
Para la planificación de una plantilla exitosa, los GMs de todos los equipos buscan reunir varios tipos de jugadores que ayuden a crear el equipo campeón y en este caso voy a detenerme en ese especialista defensivo (o encargado del trabajo sucio) .
A lo largo de las 32 plantillas de liga hay grandes defensores perimetrales, e interiores que marcan la diferencia en las batallas que se plantean en el parquet. Avery Bradley en Boston, Joakim Noah en Chicago, Serge Ibaka en Oklahoma, Draymond Green en Golden State o Pat Beverley en Houston son algunos de los hombres de la liga mas reconocidos por su impacto en la cancha en el aspecto defensivo pero si hay un hombre que destaca por encima del resto, lejos de constantes alabanzas y premios individuales, es Tony Allen.
Anthony Allen nació hace casi 33 años en el frio Illinois, Chicago donde creció como persona y empezó a formarse como jugador en el Crane High School donde destacó pronto en la cancha. Terminaría su gran carrera por el baloncesto formativo como jugador del año de la Big 12 universitaria promediando 16 puntos por partido para OSU (Oklahoma State University) llevándolos hasta la final four. En el draft de 2004 los Boston Celtics le elegirían con el 25 en la primera ronda del draft para debutar con 6.4 puntos, 2,9 rebotes y 1 robo por partido en una temporada de rookie que le valió su participación en el partido de novatos del all-star donde sumaría 16 puntos.
Tras romperse el ligamento cruzado anterior en un partido contra los Pacers en Enero de 2007 y perderse el resto de la temporada, volvió mas fuerte que nunca para la temporada 07-08 y sin perder un apice de su agresividad y explosividad fue el trabajo en la sombra para un equipo y estilo de juego que le iba como anillo al dedo. A pesar de solo disfrutar de 4,3 minutos por partido en los playoffs a la sombra de el Allen tirador(mas tarde vendría lo de traidor), se proclamaría campeón de la NBA en la gran victoria verde sobre los Lakers de Kobe, Pau y Bynum. Dos años mas en Massachusetts y una final perdida por el camino ante los Lakers para que Tony fuera una de tantas de las piezas clave de rotación que perdiera Doc Rivers, en este caso con destino Memphis.
Tony Allen llegó a los Grizzlies en 2010 y ha dejado actuaciones legendarias a nivel defensivo con Kevin Durant como victima favorita. Desde su llegada a la conferencia oeste hemos visto a un jugador que no es un dechado de virtudes ofensivas al que no le importa no contar con tiros al no tener unos buenos guarismos de acierto en los tiros exteriores, cosa que le ha costado criticas y el salir desde el banco al no ser capaz de aportar puntos en un equipo necesitado de anotación perimetral. Aun así, Gucci (mote en el vestuario Celtic) no se va a cortar si tiene que tirar y sobretodo penetrar a canasta de una forma agresiva y alocada para acabar con eficiencia.
Pero si en el aro rival se le pueden achacar estos defectos en el tiro, Allen compensa todo eso sobradamente con lo que ofrece en el aro propio. Con poco mas de 1,90 de altura, el de Illinois es capaz de defender las tres posiciones exteriores sin importar rival o físico y lo que es mas importante, sin que su defensa se resienta lo mas mínimo. Que un jugador de esa altura y con un físico (aparentemente) incapaz de detener a maquinas ofensivas de la talla de Kobe Bryant o Kevin Durant y reducir sus porcentajes de acierto de la forma que provoca Tony con su defensa, es algo que la gente y la propia liga debería tener mas en cuenta y quizás solo así, cuando Mayo esté a la vuelta y veamos al MVP de la NBA con sudores fríos por tener que viajar a Tennessee entendamos la magnitud de un jugador de esta talla.
En las dos ultimas temporadas hemos podido disfrutar de unas enormes series que han dejado Thunder y Grizzlies, donde al margen del resultado hemos podido comprobar que la kryptonita del mejor anotador del mundo se llama Tony Allen, donde un grandisimo sistema defensivo y su incansable instinto asesino han sido capaces de reducir el porcentaje de acierto de Durant hasta un 46% aproximadamente durante dos años consecutivos. Para el recuerdo queda la serie en primera ronda que jugaron este año donde se pudo ver una de las mejores actuaciones defensivas a nivel individual en años en la liga, reconocida por medios y aficionados y por un Durant al que se le vio muy frustrado por momentos (15 puntos y 5/21 en TC en el 4º partido). Por desgracia una actuación de tal magnitud no le sirvió al bueno de Tony para sumar un solo voto en la carrera por el premio al Mejor Defensor de la NBA. El escolta apenas cuenta con dos participaciones en el Mejor Quinteto defensivo de la NBA que no hacen justicia al mejor defensor perimetral de la liga en lustros. Numbers don't lie... (¿o en este caso si?)
Puede un jugador de la NBA en un equipo aspirante promediar 8 puntos, 3 rebotes y 1 robo por partido y esperar acaparar artículos de opinión o portadas de revistas? Apostaría a que no. Pero este Allen a sus 33 años no va a pedir públicamente un reconocimiento por sus labores en la brega (¿LeBron James?), el ya sabe quien es, se calzará sus zapatillas y uniforme Grizzlie y hará sudar la gota gorda a su rival cada noche. Los premios y el reconocimiento para los demás.
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