La serie se trasladó anoche a Washington, que no acogía unas semifinales de conferencia desde la temporada 2004-05. Pero el equipo de la capital no mostró el nivel esperado y ya va por detrás en el global de la eliminatoria.
Los Pacers hicieron una de las mejores defensas que se le recuerdan de toda la temporada. Dejaron a los Wizards en un 32,9% en tiros de campo y un 25% en triples. Paul George se vanagloriaba de la defensa que habían hecho sus compañeros: “Probablemente haya sido el partido más feo de la postemporada, pero este es nuestro estilo de juego. Somos afortunados por poder estar muchas veces acertados en ataque, pero lo que hacemos mejor es defender."
Paul George, además, fue el máximo anotador del encuentro. Pese a no tener demasiado acierto en el tiro (6 de 15), acabó el partido con 23 puntos y 8 rebotes.
Quien continúa con su rehabilitación (baloncestísticamente hablando) es Roy Hibbert. El pívot se fue hasta los 14 puntos y 5 rebotes en 29 minutos en la cancha. Eso sí, pese a que su presencia en la pista se ha hecho más notable, Washington volvió a ganar en la estadística de los rebotes. 45 para los capitalinos, y 42 para los visitantes. Los más destacados en esta estadística fueron Trevor Ariza, con 15, y Marcin Gortat con 10.
En los Wizards, el máximo anotador fue Bradley Beal con 16 (6 de 19), seguido de John Wall, que estuvo más fino en el tiro que en las últimas fechas. El base estrella, ex de la universidad de Kentucky, hizo un 6 de 13 para conseguir 15 puntos. Pero hubo un punto negro en su partido. Concretamente siete. La buena defensa de Indiana provocó que Wall perdiera siete balones. En total, Washington cometió 18 pérdidas, por 10 de los Pacers. Esas 18 pérdidas proporcionaron a Indiana 21 puntos en posesiones posteriores.
Como dato a señalar, solo un jugador de los Wizards consiguió estar en pista con balance positivo. Drew Gooden, que acabó con +2 en sus 17 minutos jugando (aunque solo anotó un punto).
La serie continuará mañana por la noche con un nuevo encuentro en el Verizon Center de Washington. El objetivo de los Wizards será evitar continuar con una mala racha que le persigue. Los capitalinos no han ganado un partido en casa de una serie posterior a la primera ronda desde 1979, cuando le ganaron en casa en las finales de la NBA a Seattle SuperSonics (Seattle acabaría ganando el campeonato por 4-1).