Dosificarse o morir

Por todos es sabida la costumbre de Greg Popovich de rotar a sus estrellas de vez en cuando, incluso ha llegado a ser sancionado por la liga por reservar a 2-3 de sus mejores jugadores en partidos “importantes” y señalados en el calendario NBA.

Pero... ¿y si ha dado con la clave?

Es decir, en mi humilde opinión, el bueno de Greg considera que con su equilibrada plantilla es capaz de conseguir una buena posición en la temporada regular. Todo esto reservando a jugadores clave como Tony Parker, Manu Ginobili o muchas veces al eterno Tim Duncan. Además de que nos haga plantearnos si muchas de las lesiones que padecen, sobre todo, Parker y Ginobili son reales o son meras excusas para darles descanso durante un par de semanas.


Está claro, si Greg Popovich quisiera un record en temporada regular de 65-17, por ejemplo, pues seguramente podría conseguirlo exprimiendo al máximo su plantilla. Pero no, ese no es su objetivo. Prefiere sacrificar un puñado de victorias a cambio de llegar al señalado mes de abril con su plantilla motivada, activa, en forma y lo más importante... con sus mejores jugadores descansados.

Esta misma filosofía parece haber sido copiada ligeramente por Erik Spoelstra. En este curso baloncestístico, las rotaciones de su equipo están siendo mayores. Hay más jugadores que participan en los partidos, Lebron y Bosh han bajado casi 1:30 su media de minutos por partido respecto a años anteriores y lo más llamativo: la dosificación que le está dando a Wade.


Pero aquí no acaba esta reflexión, no. Pues el bajón que otros equipos están dando (no sabemos si por agotamiento, falta de ideas nuevas o que sus jugadores clave están saturados) como por ejemplo Blazers y Thunder en el oeste o Pacers en el este, hacen que Spurs y Heat tengan serias posibilidades de acabar la temporada regular con la mejor marca de sus respectivas conferencias.

En definitiva, es incuestionable que cada vez que regresan Parker o Wade tras unos días de descanso, lo hacen frescos y a un nivel muy alto, lo cual nos da que pensar que sus ausencias no se deben a graves problemas físicos, sino que más bien están descansando y reservando para ocasiones que de verdad merezcan la pena.

Esto de lo que hablo es “planificar una temporada”, tener las miras puestas en un único objetivo: el anillo de campeón. No estamos cuestionando otras formas de llevar los equipos, pero los resultados están para contrastarlos, y de momento, Popovich nos da una nueva lección.

Puede que todas estas palabras pierdan sentido en cuestión de semanas o en un par de meses, pero me permitiré el lujo de lanzar esta pregunta a los dirigentes de OKC o Pacers: Estamos todos de acuerdo en que el factor cancha en Play-offs es determinante... pero ¿de qué sirve tenerlo a favor si el equipo está agotado y con una mala dinámica de juego y victorias?

Personalmente, me encanta ver equipos nuevos dando la talla y estando arriba en las clasificaciones, me encantan las sorpresas, pero para despedir el artículo voy a hacer mi predicción para la final de la NBA de este año: se repetirá la final, Spurs vs Heat.