Hace un año y cinco meses Ricky sufrió una lesión que le dejó fuera de
las canchas durante la segunda mitad de la temporada y le hizo perderse
los Juegos Olímpicos de Londres.
Tras un verano duro de rehabilitación, el pasado octubre volvió a las canchas, y no de cualquier forma. El base de los Timberwolves ha completado una gran temporada, promediando 10.7 puntos y 7.3 asistencias.
Ricky ha declarado recientemente que puede dar mucho más de lo que hemos visto hasta ahora y que su objetivo para la próxima temporada es meter a su equipo en Playoffs. Según él, siempre ha sido considerado como un jugador joven y por ello no se le exige demasiado. Pero “ya no soy aquel niño de catorce años que debutó en ACB, y quiero aspirar a grandes objetivos”, añadió el jugador.
El base español también declaró que trabajara duro para mejorar su tiro. Siempre ha sido una asignatura pendiente para él. Desde sus inicios, ha demostrado sus dotes defensivas, su control del bote y de la asistencia, pero nunca ha tenido un tiro demasiado bueno. Si mejorara esta faceta, sería un jugador mucho mas completo. Base tirador del estilo de Steve Nash.
Muchas encuestas sitúan a Ricky como uno de los mejores bases de la liga actualmente. Personalmente, creo que en unos años, fichará por un equipo con más opciones al título y se consolidará como un gran líder de equipo.
La NBA es su sitio, es un jugador que da espectáculo, que se gusta en la cancha, que disfruta él, que hace disfrutar a sus compañeros y al público. No tardará mucho tiempo en situarse entre los diez mejores bases de la liga.
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