El equipo del estado de Tennessee son líderes de la NBA
gracias, sobre todo a un superlativo Marc Gasol y a la solidez, tanto defensiva
como ofensiva, de una escuadra que juega de memoria. Los Grizzlies únicamente
han cosechado 2 derrotas por 13 victorias.
Dominan en el Oeste, y también en el Este. Un equipo que
generalmente pasa desapercibido, no fichan grandes estrellas y mantienen el
bloque, pero que, cuando llegan los Playoffs, siempre aparecen y dan guerra. Los
osos ‘grizzlies’ siempre venden cara su derrota.
![]() |
Marc Gasol, en un partido contra los Phoenix Suns. |
Esta temporada, han empezado más fuertes que nunca. El actual
estado de forma de Marc Gasol ha dado un gran impulso al equipo en este primer
tramo. El pívot catalán, además de ser una garantía en los apartados de
anotación y rebotes (19,8 puntos y 8,2 capturas de media), hace jugar mejor a
los Grizzlies con su excelente interpretación del juego y sus asistencias. El nivel
que está mostrando le está haciendo ser considerado como uno de los mejores
pívots en activo.
Su sociedad en la pintura con Zach Randolph hace del juego
interior de los Grizzlies uno de los más temidos de la NBA. Z-Bo aporta
músculo, carga el rebote ofensivo y pelea como nadie bajo el aro. La dirección
de juego de Conley, la veteranía de Vince Carter o la energía de Courtney Lee
aportando desde el banquillo complementan las facetas ofensivas del equipo.
Pero es en la defensa donde reside la fortaleza del conjunto
de Tennessee. Un muro muy difícil de derribar, con buenos defensores tanto a
nivel individual como colectivo. Uno por uno, los ya mencionados Conley,
Randolph o Gasol son excelentes defensores, amén de otros especialistas como Tayshaun
Prince y, sobre todo, Tony Allen.
Unos Grizzlies, en definitiva, que sin una superestrella en
la plantilla, están sabiendo anteponer la fuerza del bloque a las figuras, y
que a base de esfuerzo están construyendo un equipo competitivo y ganador. Su
techo lo dictarán ellos mismos.