Ayer lunes se conocía la gran noticia, un bombazo en la NCAA: Emmanuel Mudiay renunciaba a jugar en SMU a las órdenes de Larry Brown, es decir, renunciaba a la NCAA y decidía comenzar una carrera profesional lejos de la liga universitaria.
Hay mucho que tratar en este tema pero lo primero es, ¿quién es Emmanuel Mudiay y por qué causa tanto revuelo su decisión? Pues bien, Emmanuel Mudiay es uno de los mejores prospects del próximo Draft, considerado una de las estrellas de la Class 2015 y capaz de luchar el #1 del Draft 2015 a Jahlil Okafor o Myles Turner entre otros, jugadores de los que poco a poco oiremos hablar este año. Mudiay es un combo-guard (Base-Escolta), más proyecto de base, con un gran potencial, una gran capacidad anotadora y un físico y atletismo bastante buenos para la posición. Defensivamente aún no es destacable y como pasador deja algo que desear, aunque su capacidad para penetrar le ayuda para encontrar situaciones en las que doblar el balón. Buen tirador de media distancia, agresivo cara al aro.
Pues bien, este base congoleño se había comprometido con la Southern Methodist University (SMU), universidad en la que hubiese sido entrenado por el mítico entrenador NBA Larry Brown, entrenador que ya hizo mejorar en la NBA a un jugador del perfil de Mudiay, el gran Allen Iverson, quien aconsejó al congoleño aprender en SMU de Larry Brown. El programa de SMU había puesto grandes esperanzas en esta temporada con un gran entrenador y un proyecto de jugador de gran potencial y calidad con el que esperaban alcanzar grandes resultados y, como principal objetivo, alcanzar la March Madness, y poder soñar incluso con metas más altas.
Pero hoy se ha conocido esta dura noticia para la NCAA y, sobre todo, para SMU: Emmanuel Mudiay ha decidido comenzar a ganar dinero como profesional como ya hiciera en su día Brandon Jennings. ¿Y qué consecuencias tendrá esto? Para empezar, la NCAA pierde uno de sus mejores jugadores, y SMU pierde a su gran activo para este año, el que debería haber sido su referente (Mucho más duro el golpe tras ese flojo calendario Non-Conference programado, razón por la que ya se vieron esta temporada fuera del Madness). Pero para Mudiay las consecuencias serán muy diferentes, pues es previsible que, en principio, baje puestos en todos los mocks de cara al Draft del próximo año, aunque si sus actuaciones son destacadas puede que incluso se vea favorecido, además de que ganará algo que no ganarán sus rivales: DINERO, eso que al parecer mueve el mundo. No se sabe aún donde jugará Mudiay, se habla de Europa, D-League e incluso China (donde se mueve mucho más dinero). En este caso Mudiay decide seguir el camino de los billetes por una razón bastante digna: devolverle a su madre todo lo que ella le ha dado, quiere retirarla ya de trabajar, devolverle todos los sacrificios que había hecho ella por él en forma de dinero, darle desde ya una buena vida. Aunque puede que no quedase todo ahí y que, además de esta razón, Mudiay hubiese decidido este cambio debido a que la NCAA podría estar vigilandole de cerca por si hubiera temas turbios relacionados con él, y esto podría haber sido un factor determinante en la decisión, evitar cualquier problema y sanciones que le harían perder un año entero en la liga universitaria.
Y ahora volvemos al tema que con cada vez más frecuencia estamos encontrando entre los jóvenes que deben dar el salto a la NCAA: ¿Esperar, madurar y crecer a nivel universitario o empezar a ganar dinero YA y luego dar el salto a la NBA?
En los últimos años, tras instaurarse la norma de pasar mínimo un año de ciclo universitario antes de llegar a la liga, el fenómeno del One-and-Done ha sido la norma general para todas las estrellas que querían llegar a la NBA (Rose, Durant, Davis...), algo que en parte debilitaba a la NCAA pero que le permitía una continua renovación. Los jugadores en algunos casos salían menos hechos e incluso perdían al final no demostrando lo que eran en High-School, todo por las prisas por llegar al profesionalismo. Un periplo continuado en la universidad ha quedado demostrado que no hace mal a nadie, que los jugadores pueden llegar más hechos (véase a Damian Lillard, 4 años en Weber State), pero en la NCAA no puedes ganar ni un sólo centavo, nada de nada, todo sueldo o ayuda está prohibido, y aquí es donde está el gran problema: el DINERO.
Brandon Jennings, Aquille Carr y ahora Emmanuel Mudiay, jugadores con mucho Hype al acabar el instituto que, por unas razones o por otras, acaban decidiendo saltar al profesionalismo antes de llegar a la NBA. Los problemas económicos pueden ser el motivo, pues las restricciones de la NCAA llegan a ser incluso excesivas, pero el ansia de ganar dinero es el otro gran motivo. Jóvenes inmaduros que saben que pueden conseguir dinero fácil haciendo lo que les gusta y después conseguir incluso un contrato en la NBA, es decir, un año más ganando dinero para acabar al final en el mismo sitio. Hasta ahora esto era parecía ser algo incorrecto e incluso mal visto pero con la crisis, los problemas económicos cada vez más comunes en las familias de los jóvenes deportistas y esa sensación de "Mi primer sueldo" es posible que este hecho se repita cada vez más, y la NCAA puede sufrir mucho si esto ocurre.
Evitar estos movimientos es muy difícil salvo que se modifiquen términos y reglas históricas de la liga universitaria referentes al dinero, y no es algo por lo que el comisionado de la NCAA parezca estar por la labor, la tradición es la tradición. Ahora bien, opinión personal, si hay que modificar algo para evitar que estos jugadores se marchen y la liga de baloncesto más seguida del país (Sorpresa, la NCAA tiene mejores registros de marketing y audiencia en USA que la propia NBA) no se vea debilitada, se debe modificar. ¿Por qué una parte del dinero que se llevan las universidades de los contratos televisivos no se destina a colaborar con los jugadores (algunos con problemas económicos) y darles un primer sueldo, mínimo aunque sea, más allá de las becas y demás programas de ayuda? Esto podría ser incluso un ejercicio de responsabilidad, permitir a los jóvenes crecer y ser educados con el dinero, educación que muchos hubieran necesitado para no arruinarse después, conseguir un control de gastos y acostumbrarse a manejar cantidades de dinero, altas o bajas. En definitiva, un ejercicio de madurez.
¿El problema de esto? A ver quién es el gracioso que paga un sueldo a todos y cada uno de los jugadores de la liga universitaria, que pocos no son. ¿Y por qué no sólo a los becados? Injusticia, tú si y tú no, te aguantas por no ser tan bueno cómo él, a ver quién estaría contento sin cobrar jugando al lado de uno que sí lo hace. (Recordar que cada universidad tiene un número determinado de becas para ofrecer). ¿Seguir con el discurso de la tradición? Díselo a ese chaval que ya tiene un Audi y que al final llegará a la NBA.
Seamos serios, ¿un año cobrando y bien o estar un año formándote sin cobrar y con una sombra de control que se cierne sobre ti en cualquier movimiento? ¿Cuántos os quedaríais ese contrato en Israel o Grecia? ¿Cuántos preferís aguantar un año sin cobrar nada para acabar entrando en la misma liga un año después que aquel jugador que decidió llevarse un milloncillo antes de presentarse al mismo Draft que tú?
Pero... Sí, puede haber una ligera esperanza para la NCAA y la NBA... ¿Por qué no una medida, otra norma cómo la de la edad, que no permita presentarse al Draft si has decidido cobrar sin pasar 2 años mínimo cómo profesional? La NCAA recuperaría esa virtud, ese camino más rápido para la NBA y los grandes contratos que realmente se buscan, tendrían ventaja los jugadores del One-and-done con respecto a aquellos que deberían esperar 2 años por haber decidido buscar el dinero. El problema de esta medida sería el no tratar por igual a todos los jugadores, y que esta medida afectaría también a jugadores europeos o profesionales de otros lugares que no se podrían presentar (Caboclo, por ejemplo, no podría haber sido seleccionado por los Raptors este año). Es decir, otra medida difícil de aplicar, hay que buscar un punto medio entre justicia, igualdad y beneficio para la NCAA para que los jugadores no decidan emigrar.
¿Coches o mejor formación? ¿Profesional o NCAA?
Y tú, ¿qué elegirías o cambiarías?. ¿Eres de millones o de seguir la tradición del baloncesto americano?.
Hay mucho que tratar en este tema pero lo primero es, ¿quién es Emmanuel Mudiay y por qué causa tanto revuelo su decisión? Pues bien, Emmanuel Mudiay es uno de los mejores prospects del próximo Draft, considerado una de las estrellas de la Class 2015 y capaz de luchar el #1 del Draft 2015 a Jahlil Okafor o Myles Turner entre otros, jugadores de los que poco a poco oiremos hablar este año. Mudiay es un combo-guard (Base-Escolta), más proyecto de base, con un gran potencial, una gran capacidad anotadora y un físico y atletismo bastante buenos para la posición. Defensivamente aún no es destacable y como pasador deja algo que desear, aunque su capacidad para penetrar le ayuda para encontrar situaciones en las que doblar el balón. Buen tirador de media distancia, agresivo cara al aro.
Pues bien, este base congoleño se había comprometido con la Southern Methodist University (SMU), universidad en la que hubiese sido entrenado por el mítico entrenador NBA Larry Brown, entrenador que ya hizo mejorar en la NBA a un jugador del perfil de Mudiay, el gran Allen Iverson, quien aconsejó al congoleño aprender en SMU de Larry Brown. El programa de SMU había puesto grandes esperanzas en esta temporada con un gran entrenador y un proyecto de jugador de gran potencial y calidad con el que esperaban alcanzar grandes resultados y, como principal objetivo, alcanzar la March Madness, y poder soñar incluso con metas más altas.
Pero hoy se ha conocido esta dura noticia para la NCAA y, sobre todo, para SMU: Emmanuel Mudiay ha decidido comenzar a ganar dinero como profesional como ya hiciera en su día Brandon Jennings. ¿Y qué consecuencias tendrá esto? Para empezar, la NCAA pierde uno de sus mejores jugadores, y SMU pierde a su gran activo para este año, el que debería haber sido su referente (Mucho más duro el golpe tras ese flojo calendario Non-Conference programado, razón por la que ya se vieron esta temporada fuera del Madness). Pero para Mudiay las consecuencias serán muy diferentes, pues es previsible que, en principio, baje puestos en todos los mocks de cara al Draft del próximo año, aunque si sus actuaciones son destacadas puede que incluso se vea favorecido, además de que ganará algo que no ganarán sus rivales: DINERO, eso que al parecer mueve el mundo. No se sabe aún donde jugará Mudiay, se habla de Europa, D-League e incluso China (donde se mueve mucho más dinero). En este caso Mudiay decide seguir el camino de los billetes por una razón bastante digna: devolverle a su madre todo lo que ella le ha dado, quiere retirarla ya de trabajar, devolverle todos los sacrificios que había hecho ella por él en forma de dinero, darle desde ya una buena vida. Aunque puede que no quedase todo ahí y que, además de esta razón, Mudiay hubiese decidido este cambio debido a que la NCAA podría estar vigilandole de cerca por si hubiera temas turbios relacionados con él, y esto podría haber sido un factor determinante en la decisión, evitar cualquier problema y sanciones que le harían perder un año entero en la liga universitaria.
Y ahora volvemos al tema que con cada vez más frecuencia estamos encontrando entre los jóvenes que deben dar el salto a la NCAA: ¿Esperar, madurar y crecer a nivel universitario o empezar a ganar dinero YA y luego dar el salto a la NBA?
En los últimos años, tras instaurarse la norma de pasar mínimo un año de ciclo universitario antes de llegar a la liga, el fenómeno del One-and-Done ha sido la norma general para todas las estrellas que querían llegar a la NBA (Rose, Durant, Davis...), algo que en parte debilitaba a la NCAA pero que le permitía una continua renovación. Los jugadores en algunos casos salían menos hechos e incluso perdían al final no demostrando lo que eran en High-School, todo por las prisas por llegar al profesionalismo. Un periplo continuado en la universidad ha quedado demostrado que no hace mal a nadie, que los jugadores pueden llegar más hechos (véase a Damian Lillard, 4 años en Weber State), pero en la NCAA no puedes ganar ni un sólo centavo, nada de nada, todo sueldo o ayuda está prohibido, y aquí es donde está el gran problema: el DINERO.
Brandon Jennings, Aquille Carr y ahora Emmanuel Mudiay, jugadores con mucho Hype al acabar el instituto que, por unas razones o por otras, acaban decidiendo saltar al profesionalismo antes de llegar a la NBA. Los problemas económicos pueden ser el motivo, pues las restricciones de la NCAA llegan a ser incluso excesivas, pero el ansia de ganar dinero es el otro gran motivo. Jóvenes inmaduros que saben que pueden conseguir dinero fácil haciendo lo que les gusta y después conseguir incluso un contrato en la NBA, es decir, un año más ganando dinero para acabar al final en el mismo sitio. Hasta ahora esto era parecía ser algo incorrecto e incluso mal visto pero con la crisis, los problemas económicos cada vez más comunes en las familias de los jóvenes deportistas y esa sensación de "Mi primer sueldo" es posible que este hecho se repita cada vez más, y la NCAA puede sufrir mucho si esto ocurre.
Evitar estos movimientos es muy difícil salvo que se modifiquen términos y reglas históricas de la liga universitaria referentes al dinero, y no es algo por lo que el comisionado de la NCAA parezca estar por la labor, la tradición es la tradición. Ahora bien, opinión personal, si hay que modificar algo para evitar que estos jugadores se marchen y la liga de baloncesto más seguida del país (Sorpresa, la NCAA tiene mejores registros de marketing y audiencia en USA que la propia NBA) no se vea debilitada, se debe modificar. ¿Por qué una parte del dinero que se llevan las universidades de los contratos televisivos no se destina a colaborar con los jugadores (algunos con problemas económicos) y darles un primer sueldo, mínimo aunque sea, más allá de las becas y demás programas de ayuda? Esto podría ser incluso un ejercicio de responsabilidad, permitir a los jóvenes crecer y ser educados con el dinero, educación que muchos hubieran necesitado para no arruinarse después, conseguir un control de gastos y acostumbrarse a manejar cantidades de dinero, altas o bajas. En definitiva, un ejercicio de madurez.
¿El problema de esto? A ver quién es el gracioso que paga un sueldo a todos y cada uno de los jugadores de la liga universitaria, que pocos no son. ¿Y por qué no sólo a los becados? Injusticia, tú si y tú no, te aguantas por no ser tan bueno cómo él, a ver quién estaría contento sin cobrar jugando al lado de uno que sí lo hace. (Recordar que cada universidad tiene un número determinado de becas para ofrecer). ¿Seguir con el discurso de la tradición? Díselo a ese chaval que ya tiene un Audi y que al final llegará a la NBA.
Seamos serios, ¿un año cobrando y bien o estar un año formándote sin cobrar y con una sombra de control que se cierne sobre ti en cualquier movimiento? ¿Cuántos os quedaríais ese contrato en Israel o Grecia? ¿Cuántos preferís aguantar un año sin cobrar nada para acabar entrando en la misma liga un año después que aquel jugador que decidió llevarse un milloncillo antes de presentarse al mismo Draft que tú?
Pero... Sí, puede haber una ligera esperanza para la NCAA y la NBA... ¿Por qué no una medida, otra norma cómo la de la edad, que no permita presentarse al Draft si has decidido cobrar sin pasar 2 años mínimo cómo profesional? La NCAA recuperaría esa virtud, ese camino más rápido para la NBA y los grandes contratos que realmente se buscan, tendrían ventaja los jugadores del One-and-done con respecto a aquellos que deberían esperar 2 años por haber decidido buscar el dinero. El problema de esta medida sería el no tratar por igual a todos los jugadores, y que esta medida afectaría también a jugadores europeos o profesionales de otros lugares que no se podrían presentar (Caboclo, por ejemplo, no podría haber sido seleccionado por los Raptors este año). Es decir, otra medida difícil de aplicar, hay que buscar un punto medio entre justicia, igualdad y beneficio para la NCAA para que los jugadores no decidan emigrar.
¿Coches o mejor formación? ¿Profesional o NCAA?
Y tú, ¿qué elegirías o cambiarías?. ¿Eres de millones o de seguir la tradición del baloncesto americano?.