26 puntos del escolta certifican la victoria (104-103) y el pase de los Nets a segunda ronda. La defensa de Brooklyn fue muy superior al ataque canadiense y maniató a DeRozan y Lowry. La segunda unidad de los Nets también fue decisiva.
Ante un abarrotado Air Canada Centre, Raptors y Nets afrontaban el primer partido a vida o muerte de la tarde del domingo. Prometía ser un partido calcado a los seis que ya se habían disputado y la verdad es que los expertos no se equivocaban. El reto era adivinar qué equipo se escaparía en el luminoso, si los locales o Brooklyn. Tras un comienzo de partido muy igualado, fueron los Nets los que se pusieron el mono de trabajo y defendieron de lujo a los dos mayores caudales ofensivos de los Raptors: DeRozan y Lowry. Fruto de ellos fue la gran primera parte de Amir Johnson, que fue una tabla de salvación perfecta para los intereses del equipo canadiense.
Por su parte, Brooklyn crecía desde la defensa, esa defensa agresiva en línea de fase que les convirtió en uno de los equipos más en forma de la competición en el 2014. Y a raíz de cerrar su aro salían como miuras hacia la canasta rival, liderados espiritualmente por Joe Johnson y con el banquillo como brazo ejecutor: 10 puntos para Marcus Thornton y 8 para Livingston.
Daba la sensación que la diferencia al descanso era poca (61-53 para Brooklyn) viendo la pésima defensa de los Raps, que permitieron un 55% en TC y un 54% en triples.
Las cosas siguieron igual tras el paso por vestuarios: la defensa de Toronto seguía sin imponer su ritmo y solo DeRozan era capaz de desembarazarse de la presión de los exteriores de Brooklyn y producía para los intereses locales. Sin embargo, la distancia permanecía favorable a Nets y cada vez quedaba menos tiempo.
Comenzó el último cuarto con un arreón de Toronto, ya más por amor propio que por convicción. Y tan grande era la convicción que ni la expulsión por personales de Amir Johnson ni los 11 puntos consecutivos de JoJo detendrían la avalancha norteña, que se aprovechó del mal endémico de los Nets y se puso a tres puntos y con balón con 22 segundos por jugarse. Un veloz ataque de Lowry les ponía uno abajo con 16 segundos por jugarse y el balón en el tejado de Jason Kidd. Brroklyn acertó con los tiros libres y el encuentro volvía a ponerse a un punto de distancia gracias a la canasta rápida de Ross. Y fue Ross el que le dio la opción a Toronto de tener la última posesión con un magistral robo a Pierce. El partido estaba en las manos de Toronto. Mucho tiempo después lo volvían a tener a tiro, pero Paul Pierce taponó el lanzamiento de Lowry. Pierce respiró. Kidd respiró. Y todo Brroklyn respiró. Los Heat esperan en segunda ronda.