Seguro que se ha escrito mucho sobre los Spurs, pero si me permitís querría escribir un artículo dedicado al equipo al que siempre he apoyado, el que me ha hecho llorar (en su eliminación contra Miami las pasadas Finales) y me ha regalado mucha, muchísima felicidad, en señal de respeto y de agradecimiento.
Un equipo basado en el sentido común, en la discreción y en el trabajo duro. Demasiadas buenas elecciones para ser verdad, diría yo si no conociese a los del Álamo. Duncan fue el primero en llegar de los tres gigantes que han dado tanto a esta Liga este principio de siglo, y no tardó mucho en ganar su primer anillo y el que ponía fin a la carrera de otro de los más grandes que ha vestido nunca la zamarra gris, David Robinson.
Después vinieron Ginóbili y Parker, los dos elecciones en segunda ronda. Y los dos terminarán su carrera siendo leyendas. 3 anillos más, en 2003, 2005 y 2007, siempre años impares. Poco espectáculo, muchos decían. Pero efectividad como el que más. Siempre detrás de los focos y en un mercado pequeño, pero SIEMPRE, y quiero remarcar esta palabra, en la cima.
Muchos dijeron en 2009, 2010 y 2011 que lo suyo ya era pasado. Que la dinastía más triunfal de este siglo (sí, por encima del Big Three de Boston y Miami, y por encima de los Lakers de Shaq' y Kobe) había llegado a su fin irremediablemente. Pero, por arte de magia, Duncan rejuveneció cual ave fénix renace de sus cenizas y volvió a ser uno de los tres mejores interiores de la Tierra. Tesón, honor, y fidelidad hacía unos colores. ¿Resultado? Unas Finales y año tras año peleando contra los mejores.
Pero hay vida detrás de Duncan, Parker y el mago Ginóbili. Casos de jugadores como Marco Bellinelli, Kawhi Leonard, DaJuan Blair, Thiago Splitter, Danny Green, Bruce Bowen (mención especial a otra leyenda), Matt Bonner... Podría seguir así muchas líneas más.
Solo quiero que reflexionéis y que penséis en lo que han hecho los Spurs. Algo que no se repetirá en la historia de este deporte. Gracias a los jugadores y también al mayor genio que se ha sentado en un banquillo este siglo junto a Phil Jackson, Gregg Popovich. Y a la directiva. Disfrutemos todos juntos del último asalto de los Spurs. O no...
Un equipo basado en el sentido común, en la discreción y en el trabajo duro. Demasiadas buenas elecciones para ser verdad, diría yo si no conociese a los del Álamo. Duncan fue el primero en llegar de los tres gigantes que han dado tanto a esta Liga este principio de siglo, y no tardó mucho en ganar su primer anillo y el que ponía fin a la carrera de otro de los más grandes que ha vestido nunca la zamarra gris, David Robinson.
Después vinieron Ginóbili y Parker, los dos elecciones en segunda ronda. Y los dos terminarán su carrera siendo leyendas. 3 anillos más, en 2003, 2005 y 2007, siempre años impares. Poco espectáculo, muchos decían. Pero efectividad como el que más. Siempre detrás de los focos y en un mercado pequeño, pero SIEMPRE, y quiero remarcar esta palabra, en la cima.
Muchos dijeron en 2009, 2010 y 2011 que lo suyo ya era pasado. Que la dinastía más triunfal de este siglo (sí, por encima del Big Three de Boston y Miami, y por encima de los Lakers de Shaq' y Kobe) había llegado a su fin irremediablemente. Pero, por arte de magia, Duncan rejuveneció cual ave fénix renace de sus cenizas y volvió a ser uno de los tres mejores interiores de la Tierra. Tesón, honor, y fidelidad hacía unos colores. ¿Resultado? Unas Finales y año tras año peleando contra los mejores.
Pero hay vida detrás de Duncan, Parker y el mago Ginóbili. Casos de jugadores como Marco Bellinelli, Kawhi Leonard, DaJuan Blair, Thiago Splitter, Danny Green, Bruce Bowen (mención especial a otra leyenda), Matt Bonner... Podría seguir así muchas líneas más.
Solo quiero que reflexionéis y que penséis en lo que han hecho los Spurs. Algo que no se repetirá en la historia de este deporte. Gracias a los jugadores y también al mayor genio que se ha sentado en un banquillo este siglo junto a Phil Jackson, Gregg Popovich. Y a la directiva. Disfrutemos todos juntos del último asalto de los Spurs. O no...