En apenas dos semanas echará a rodar la mejor liga de baloncesto del mundo, la NBA. Según los expertos se trata a priori, de la liga más igualada de los últimos años, es decir, no hay un gran favorito.
En la Conferencia Oeste la vida sigue igual; el duelo por ser campeón tendrá lugar por San Antonio, actuales campeones, y Oklahoma. En un peldaño más abajo se encuentran los Rockets de Harden y Howard, y los Clippers de Paul y Griffin. Sin embargo, en la Conferencia Este todo está más igualado. Miami, sin LeBron, e Indiana sin Stephenson ni George bajan un escalón a la hora de luchar por el anillo.
Precisamente LeBron ha sido noticia este verano. El "Rey" ha cambiado las playas de Florida para regresar a su casa, a Cleveland. Y no lo hace en mal compañía, Love e Irving completarán el "Big Three". Aunque son la mejor plantilla del Este hombre por hombre, les falta rodaje y partidos juntos porque además de todas las caras nuevas en el equipo, hay que sumar la llegada de David Blatt, entrenador ganador de la última Euroliga con Macabbi.
El hándicap de la falta de compenetración lo intentarán aprovechar Washington, Toronto y sobre todo Chicago. Los Bulls cuentan con la mejor plantilla desde la era Jordan. A la que tenían el año pasado, hay que añadir la vuelta de Rose. Pero el base no vuelve solo, le acompaña la dupla interior Gasol & Mirotic (experiencia y talento) y el máximo anotador de la pasada NCAA, Doug McDermott.
Thibodeau tiene claro lo que quiere, defensa y transiciones rápidas, y este año además puede presumir de ello. Dispone de auténticos seguros en defensa en hombres como Butler, Hinrich o Noah (mejor defensor de la temporada pasada). Además Chicago dispone de una muy buena segunda unidad y de un juego interior de ensueño, Gasol, Noah, Gibson y Mirotic. Y si fuera poco, vuelve el que hasta antes de su lesión era el mejor jugador del mundo, vuelve Rose.
Con Rose vuelve el líder y la estrella del equipo. Líder porque es el primero en sacrificarse por cada uno de sus compañeros y porque trabaja como ninguno. Es cierto que no esta en su mejor forma, pero el ritmo lo irá cogiendo con la competición y seguro que para los Playoffs llegar con la forma óptima. Allí demostrará que los partidos de cara o cruz están hechos para él y es que con un gran Rose los Bulls son serios aspirantes a la conquista de su séptimo anillo.
En la Conferencia Oeste la vida sigue igual; el duelo por ser campeón tendrá lugar por San Antonio, actuales campeones, y Oklahoma. En un peldaño más abajo se encuentran los Rockets de Harden y Howard, y los Clippers de Paul y Griffin. Sin embargo, en la Conferencia Este todo está más igualado. Miami, sin LeBron, e Indiana sin Stephenson ni George bajan un escalón a la hora de luchar por el anillo.
Precisamente LeBron ha sido noticia este verano. El "Rey" ha cambiado las playas de Florida para regresar a su casa, a Cleveland. Y no lo hace en mal compañía, Love e Irving completarán el "Big Three". Aunque son la mejor plantilla del Este hombre por hombre, les falta rodaje y partidos juntos porque además de todas las caras nuevas en el equipo, hay que sumar la llegada de David Blatt, entrenador ganador de la última Euroliga con Macabbi.
El hándicap de la falta de compenetración lo intentarán aprovechar Washington, Toronto y sobre todo Chicago. Los Bulls cuentan con la mejor plantilla desde la era Jordan. A la que tenían el año pasado, hay que añadir la vuelta de Rose. Pero el base no vuelve solo, le acompaña la dupla interior Gasol & Mirotic (experiencia y talento) y el máximo anotador de la pasada NCAA, Doug McDermott.
Thibodeau tiene claro lo que quiere, defensa y transiciones rápidas, y este año además puede presumir de ello. Dispone de auténticos seguros en defensa en hombres como Butler, Hinrich o Noah (mejor defensor de la temporada pasada). Además Chicago dispone de una muy buena segunda unidad y de un juego interior de ensueño, Gasol, Noah, Gibson y Mirotic. Y si fuera poco, vuelve el que hasta antes de su lesión era el mejor jugador del mundo, vuelve Rose.
Con Rose vuelve el líder y la estrella del equipo. Líder porque es el primero en sacrificarse por cada uno de sus compañeros y porque trabaja como ninguno. Es cierto que no esta en su mejor forma, pero el ritmo lo irá cogiendo con la competición y seguro que para los Playoffs llegar con la forma óptima. Allí demostrará que los partidos de cara o cruz están hechos para él y es que con un gran Rose los Bulls son serios aspirantes a la conquista de su séptimo anillo.