Una historia de amistad y baloncesto

Porque nuestros jugadores se han hecho grandes gracias a sus años de amistad, porque su afición por el baloncesto, y su talento, no vino solo. Muchos mirarán a Pau y “solamente” verán a un All-Star, a una estrella de la NBA o a un tío con dos campeonatos en la mejor liga del mundo, pero otros, al mirarle, ven aún más allá, y ven a aquél chaval delgaducho que para nada era una estrella en los famosos chavales de la generación de oro. De aquél equipo, muchos llegaron, otros pocos se quedaron por el camino, y Pau, que a lo mejor era ese jugador que estaba ahí, como dice Navarro “para hacer reír al grupo”, se convirtió en el mejor jugador de la historia del baloncesto español. Porque creo que pocos somos conscientes al pensar en nuestra selección, que detrás de cada punto, de cada asistencia, o de cada choque de manos, está una grandísima amistad de más de 15 años, que al fin y al cabo es lo que hace y hará, tan único a este equipo (además del talento claro). Nunca dejéis de soñar, ellos nos lo permiten.