También hay dioses en la NBA

En una temporada que está destacando por el altísimo nivel visto en el Oeste hasta ahora y todo lo contrario en la conferencia Atlántica, un duelo entre 'super hombres' está haciendo vibrar a todos los aficionados de este hermosa y trepidante Liga.


LeBron 'King' James está, aunque un escalón por debajo de lo visto en él las últimas temporadas, demostrando por enésima vez que es el jugador más determinante desde las buenas épocas de Kobe Bryant y el jugador más completo de la Liga desde, muy probablemente, Oscar Robertson. Un físico privilegiado juntado con una enorme capacidad de liderazgo, de ganas de ser aún mejor y de una condición sobrenatural para ser mejor que casi todo el mundo en cada apartado de su juego. Defiende a ritmo de 'DPOY', encuentra el aro con facilidad, rebotea y además es mejor base que el 70% de los 'point guards' de la Liga. Pese a que no esté siendo el mejor de la Liga este año, sigue siendo el mejor jugador del Planeta.

Pero hay una cosa en la que no es mejor. En anotar, y esa posición pertenece a Kevin Durant, el jugador más en forma de la Liga entera y que probable y justamente se alzará con el MVP de la temporada. Se ha sabido sobreponer a la lesión de Westbrook (algo que no pudo conseguir en los pasados 'Playoffs') y además de conseguir que sus Thunder sigan ganando, ha elevado su juego al nivel de las mayores leyendas que han practicado este deporte. Se cansó de ser el segundón. 'Durantula' quiere por fin el trono de la Liga y va pegando fuerte.

A otro nivel están cracks como Paul George, LaMarcus Aldridge o Kevin Love. En el caso de los dos primeros están jugando el mejor baloncesto de su carrera y están haciendo que sus equipos estén en lo alto de la clasificación. Love, por otra parte, ha vuelto a ser el de hace dos años, pero los Timberwolves no consiguen ser un equipo serio y los Playoffs cada vez parecen tarea más complicada. Me gustaría hacer mención especial para Blake Griffin, que, pese a ser uno de los jugadores que tenía en mi particular lista negra, está cuajando una temporada (sobretodo después de la lesión de Paul) simplemente brutal.

Hacía tiempo que no veía tanto nivel individual en la NBA, tantos jugadores con temporadas MVP, premio al que podrían optar si no existieran LeBron James y Kevin Durant. Dioses aparte.