Nadie sabe como lo están haciendo ni si van a aguantar toda la temporada así, pero lo cierto es que este tipo de cosas son las que hacen más grande e impredecible a la NBA.
Este era uno de los equipos acusados, antes de comenzar la temporada, de hacer “tanking” (perder a propósito para conseguir la mejor elección en el Draft posible, y elegir a jugadores como Parker o Wiggins). Todos decían que tenían una de las cinco peores plantillas de la liga, pero a mí no me parecía eso, incluso pensaba que estarían en la pelea por entrar en la última plaza de Playoffs. Pues no, me han sorprendido hasta a mí que era optimista; con jugadores que están explotando esta temporada, como Eric Bledsoe, que “Most Improved Player” (Jugador más mejorado) e incluso puede ser All-Star si sigue o aumenta este gran nivel. Goran Dragic, el jugador esloveno también ha mejorado mucho sus porcentajes y su anotación, en el resto de apartados se mantiene, menos su descenso en las asistencias, ya que ha entrado en el equipo Bledsoe; pero Dragic lleva aquí desde los 23 años, esta es su octava temporada en la NBA y en Phoenix, y sabe cómo tratar con el vestuario, con la ciudad, con los aficionados y con las críticas. Él es el líder del equipo, por encima de Bledsoe ya que acaba de llegar. El jugador que sólo sabe matar, que sólo hace mates espectaculares y que su juego sólo se basa en machacar el aro, no, Gerald Green está demostrando su potencial como jugador, como podéis imaginar está haciendo la mejor temporada de las nueve que lleva en la NBA pasando, por cierto, por siete equipos diferentes. Anota, rebotea, asiste, roba y tira más que nunca porque juega más. Nadie sabía que podía meter tantos triples como mete ni que tenía una considerable calidad con el balón en sus manos. Otra pequeña sorpresa positiva que nos están dando los de Arizona este año.
Channing Frye, tras superar sus problemas de corazón, ha vuelto al nivel que estaba antes, e incluso ha mejorado en un apartado muy importante del juego, la defensa, ayudando mucho a los Suns, ya que es un apartado a entrenar. Miles Plumlee, el sophomore ha pasado de jugar 4 minutos en cada uno de los 14 partidos en Indiana Pacers a ser titular y jugar 28 minutos por partido, promediando casi +10 pts., +10 reb., +2 tap. y un 51.3% de acierto en tiros de campo por partido; es decir, buen rendimiento en defensa y en ataque. Y por último están los gemelos Morris, Markieff y Marcus. Ambos juntos promedian +24 pts, +11 reb, +3 ast, +1.7 rob y 1 tap, todo esto está complementado por un 44% TC, 40% 3P y 77% TL de media entre los dos. Salen desde el banquillo, podrían darles conjuntamente el premio al Sexto Hombre del Año, desde luego yo les votaría, y revolucionan todos los partidos con la compenetración y comunicación que tienen, han jugado siempre juntos y los Suns tienen que explotar esto todo lo que puedan.
Este era uno de los equipos acusados, antes de comenzar la temporada, de hacer “tanking” (perder a propósito para conseguir la mejor elección en el Draft posible, y elegir a jugadores como Parker o Wiggins). Todos decían que tenían una de las cinco peores plantillas de la liga, pero a mí no me parecía eso, incluso pensaba que estarían en la pelea por entrar en la última plaza de Playoffs. Pues no, me han sorprendido hasta a mí que era optimista; con jugadores que están explotando esta temporada, como Eric Bledsoe, que “Most Improved Player” (Jugador más mejorado) e incluso puede ser All-Star si sigue o aumenta este gran nivel. Goran Dragic, el jugador esloveno también ha mejorado mucho sus porcentajes y su anotación, en el resto de apartados se mantiene, menos su descenso en las asistencias, ya que ha entrado en el equipo Bledsoe; pero Dragic lleva aquí desde los 23 años, esta es su octava temporada en la NBA y en Phoenix, y sabe cómo tratar con el vestuario, con la ciudad, con los aficionados y con las críticas. Él es el líder del equipo, por encima de Bledsoe ya que acaba de llegar. El jugador que sólo sabe matar, que sólo hace mates espectaculares y que su juego sólo se basa en machacar el aro, no, Gerald Green está demostrando su potencial como jugador, como podéis imaginar está haciendo la mejor temporada de las nueve que lleva en la NBA pasando, por cierto, por siete equipos diferentes. Anota, rebotea, asiste, roba y tira más que nunca porque juega más. Nadie sabía que podía meter tantos triples como mete ni que tenía una considerable calidad con el balón en sus manos. Otra pequeña sorpresa positiva que nos están dando los de Arizona este año.
Channing Frye, tras superar sus problemas de corazón, ha vuelto al nivel que estaba antes, e incluso ha mejorado en un apartado muy importante del juego, la defensa, ayudando mucho a los Suns, ya que es un apartado a entrenar. Miles Plumlee, el sophomore ha pasado de jugar 4 minutos en cada uno de los 14 partidos en Indiana Pacers a ser titular y jugar 28 minutos por partido, promediando casi +10 pts., +10 reb., +2 tap. y un 51.3% de acierto en tiros de campo por partido; es decir, buen rendimiento en defensa y en ataque. Y por último están los gemelos Morris, Markieff y Marcus. Ambos juntos promedian +24 pts, +11 reb, +3 ast, +1.7 rob y 1 tap, todo esto está complementado por un 44% TC, 40% 3P y 77% TL de media entre los dos. Salen desde el banquillo, podrían darles conjuntamente el premio al Sexto Hombre del Año, desde luego yo les votaría, y revolucionan todos los partidos con la compenetración y comunicación que tienen, han jugado siempre juntos y los Suns tienen que explotar esto todo lo que puedan.
No sólo los jugadores hacen bueno un equipo, lo que está haciendo su entrenador, Jeff Hornacek, es impresionante. Ha llegado este año a los Phoenix Suns, donde comenzó como jugador y fue All-Star , tras dos años como asistente en Utah Jazz, donde también jugó y llegó a dos Finales de la NBA y ganó dos veces consecutivas el Concurso de Triples.
Está haciendo maravillas con un equipo abocado al desastre y si siguen a este nivel podrían ser hasta cabezas de serie en Playoffs (ente los 4 primeros). Y él, por supuesto, sería nombrado Entrenador del Año.
Una mención especial merece también el General Manager, Ryan McDonough, que contrató jugadores, que prácticamente nadie quería, para armar un equipo competitivo. Así ha dado razón a sus palabras, en las que negaba rotundamente la posibilidad de que sus Phoenix Suns perdiesen partidos, y ni siquiera intentasen ganar, para conseguir un buena elección en el Draft´14. Por ejemplo podían haber ido a por el freshman Jabari Parker (Universidad de Duke), que es una de las joyas de la NCAA. Ahora mismo tienen un récord de 19-11 en 30 partidos, dos o tres menos que sus rivales ahora mismo, han acabado el año sextos y ganando a los Clippers en el Staples Center.
Sorpresa mayúscula la de este equipo, pero muy agradable ya que aumenta el nivel de la conferencia Oeste y de la NBA. ¿Hasta dónde llegarán?