Esta noche se encenderán las luces del mayor espectáculo del mundo para no apagarse hasta la primera semana de junio, todo el mundo vaticina que por aquella fecha un chaval de Akron, llamado a ser el mejor jugador de la historia, sellará su tercer campeonato consecutivo, pero también es verdad que a estas horas en sus manos solo se puede ver un anillo, cosa que cambiará esta noche en la ceremonia de entrega del tercer anillo de Miami Heat. Un chaval de Chicago, que lleva más de 500 días sin jugar un partido oficial, intentará aguarles la fiesta a los de South Beach esta noche en el primer gran partido de la apertura de la nueva temporada, el mismo que tiene que demostrar que un día fue MVP de esta liga arrebatándoselo al mismo LeBron. Pero Rose no es el único que intentará desbancar a “Bron” de su hegemonía, Kevin Durant dice que está dispuesto a ser el número uno de la liga, Carmelo Anthony tiene que demostrar de una vez por todas que además de ser un superclase puede también llevar a su equipo a unas Finales de la NBA, para conseguir este objetivo tendrá que tumbar al número 24 de amarillo, no hablo de la 'Mamba Negra', sino de Paul George, un chaval de 23 años dispuesto a comerse a todo el que se le ponga por delante, si hablamos de Kobe sobran las palabras, con 35 años se rompe el talón de Aquiles y dice que este año será mejor jugador, parece ser que la carrera por el MVP será preciosa.
10 años de vida le quedan al Madison Square Garden, y siete paradas de metro más allá, en Brooklyn, un magnate del gas natural ruso ha decidido juntar a cinco “all-stars” para asaltar la NBA, si al Madison le quedan 10 años a Paul Pierce, Kevin Garnett y compañía no les quedan más de dos a su máximo nivel, hay prisa en los Nets. Jason Kidd tendrá que obrar milagros para hacer que su inexperiencia en los banquillos no se note a la hora de manejar a tanto gallo en el mismo corral.
Si llevara 5 años sin ver nada de NBA y leyera los nombres de Stephen Curry, Kyrie Irving, John Wall o Kevin Love no sabría relacionarlos con el mundo de la canasta, pero la realidad es que este grupo de jóvenes (pero sobradamente preparados) son la sangre nueva de esta liga, y todos ellos serán All Stars esta temporada. Sin olvidarnos de Bennet, Porter, McLemore, McCollum, Burke, Oladipo, ¿Un draft descafeinado? Puede haber mucho azúcar en la generación del 2013.
Hasta aquí todo parece muy bonito, un año más la NBA ha conseguido que estemos contando las horas que quedan para que el balón vuele, pero… la otra cara de la moneda es el “tanking”, expresión que este verano nos hemos cansado de escuchar. Desde Arizona, hasta el centro de Florida, pasando por la ciudad del amor fraternal, tenemos equipos que “lucharán” por tener una de las tres primeras elecciones en el draft de 2014 para el que suenan nombres como Andrew Wiggins, Jabari Parker, Julius Randle y Marcus Smart. Perder una temporada para ganar una estrella, no se si realmente merece la pena.
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