A lo largo de décadas las camisetas de baloncesto se llevaban con orgullo por lucir por la calle tu equipo o tu jugador favorito por los que te levantabas a la hora que fuese para verlos jugar y por los que pasabas horas tirando a canasta o machacándote físicamente, solo por llegar a ser un día como ellos. Esa época evolucionó al presente en el que estamos, sociedad de apariencias en las que la moda lleva a incluso a personas totalmente ajenas al mundo del baloncesto, a vestirse esas elásticas, falsas por otra parte, por el mero hecho de seguir un modelo establecido, llevando nombres y números que para ellos no significan nada pero que para la gente que se mueve por el mundillo del balón naranja es más que una camiseta, son títulos, jugadas espectaculares, y muchos etcéteras más.
Esta moda pasajera se ha inculcado últimamente en los ambientes femeninos, quienes ahora llevan camisetas, que ni se parecen a las imitaciones de las verdaderas, portando emblemáticos números como el 33 de Larry Bird de los celtics o el 23 y 33 de los Bulls de Jordan y Pippen.
A mi, sinceramente, me importa muy poco esas camisetas que combinan colores llamativos con estilo de camiseta de basket, con la palabra LADY y el número 23, muy criticada por baloncesteros. ¿Y por qué no me importa que lleven ese estilo?, pues porque no especifican nada con el numero 23 ni 33 poniendo LADY ya que podrían ser los años de quien las creó o cualquier tontería. Cuando si representan algo es cuando llevan el Boston o el Chicago, y es ahí cuando yo por lo menos me mosqueo y creo que vosotros también cuando os comente mi ejemplo: un día le pregunté a una joven que portaba este tipo de camisetas en la calle, que si sabía quien era el 33 de los Boston y me dijo que “un negro de esos, ¿no?”. Si al menos me hubiese contestado bien me habría tapado la boca, pero al responder con una respuesta tan hiriente para mi corazón celtic, no me quedó más que plantear un artículo como este.
A pesar de este problema que solo reside en las calles, deberíamos de poner todo nuestro empeño, no en que las niñas de 15 años lleven esas camisetas que tanto están dando de hablar en blogs de baloncesto, sino en que las marcas deportivas dejen de amoldar elementos del fútbol, deporte invasor, al baloncesto como las camisetas con mangas.
PD: Ya que estamos con la crítica, aprovecho y pido a todas las cadenas que en la sección de deportes establezcan un equilibrio entre noticias de fútbol y como ellos llaman, resto de actualidad deportiva. Gracias.