Dicen que la historia está escrita por los ganadores. En esto del deporte la cita gana más importancia; si hablamos de baloncesto y en concreto, NBA, la frase lo resume todo.
El todo o nada es la esencia de los playoffs, y el “Championship or bus” en las finales muestran la competitividad y tensión del deporte elevada a su máximo nivel.
El anillo de campeón es la principal arma de valoración a la hora de dictaminar qué jugadores y equipos están un escalón por encima al resto en la comparativa histórica. Los Bulls de Jordan, Los Celtics de Bird o Rusell, Los Lakers de Magic o Kobe Bryant han conseguido ser recordados como los mejores de la historia a base de campeonatos.
Quizás muchos equipos que no llegaron a ser campeones merecían el título, o al menos el reconocimiento que nunca han tenido; pero no lo recibieron. A veces pienso que deberían tener algún tipo de homenaje para no caer en el inevitable olvido progresivo, el cual aumenta a pasos agigantados cuando mueres en la orilla del triunfo.
Desde que perdieron el séptimo partido, la hazaña de los Spurs ha sido tan evidente e incluso tan halagada como la de Lebron y sus Heat. Pero nada más lejos de la realidad; pasarán los años y este grupo de experimentados guerreros caerán en el olvido. Perdurará el triple de Allen, los MVP´s de Lebron, y todo ello englobado en la dinastía ganadora que reunió Pat Riley en Miami.
Actualmente tenemos un “jugadorazo” como Durant sin anillo, pero aún tiene varios años para no caer en la lista de olvidados. Citemos los más destacados:
Pete (Pistol) Maravich (1970-1980): Probablemente dispuso del mejor manejo de balón de la historia. Sus innovadores pases sirvieron de inspiración a jugadores como Magic Johnson (como el propio Laker reconoció) Buscó el anillo en Hawks, Jazz y Celtics sin éxito.
Os dejo un vídeo que merece la pena ver:
Charles Barkley (1984-2000): Considerado como uno de los mejores 3 altos de la historia, la vitrina se le quedó con apenas un MVP y dos medallas olímpicas; demasiado vacía para lo que quizás merecía. Se ganó el sobrenombre de “el gordo” por su sobrepeso, que unido a apenas 198 centímetros hacían de su imagen motivo de burlas. Burlas que iría callando con el paso de los años. Buscó su anillo el Sixers, Rockets y sobre todo en Suns, pero siempre chocó con la leyenda de Jordan.
Los NY Knicks de Patrick Ewing (1985-2000): Otro equipo más que se topaba una y otra vez con la leyenda de Jordan, el cual se lucía una y otra vez en el Madison. A Ewing se le acusó de borrarse en los momentos de tensión, pero tras la primera retirada de “Air”, llegó al 7º partido de las finales contra los Rockets de Olajuwon; la suerte cayó del lado de Houston.
Los Jazz de Karl Malone y John Stockton, "El dúo mecánico" (1985-2003): Una de las historias más bonitas de la NBA, pero le faltó el final feliz. Sus partidos eran clinics de cómo ejecutar el pick and roll y su carrera un ejemplo de ir sumando año a año hasta llegar al punto más alto. Durante dos años consecutivos, el dúo mecánico puso contra las cuerdas al mejor equipo que ha jugado en la historia de la NBA. Pero parece que la historia estaba escrita y ese 5º y sobre todo ese 6º anillo de los Bulls eran inevitables.
Reggie Miller y sus Pacers (1987-2005): Miller es junto a Allen el mejor tirador de la historia. Tuvo su oportunidad en las finales de 2000, pero los Lakers de Shaquille O´Neal y Kobe les pasaron por encima
Philadelphia 73ers de Iverson (1996-2006): Un equipo dirigido por el mejor jugador bajito de la historia de la NBA, que enamoró a muchos aficionados. Lo más parecido al espectáculo del “streetbasket” que ha pasado por una pista de baloncesto. 2001 fue el año del base, logrando el MVP, pero cayendo derrotado en las finales ante los Lakers en 5 partidos.
Los Suns de Nash (2004-2012): Mike D´Anthony tenía en mente una divertida forma de jugar que denominó como Run&Gun, y Steve Nash la desarrolló en la pista a la perfección. Un contraataque tras otro que dejaban espectaculares vuelos de Stoudemire y pases imposibles de Nash. Lastima que el estilo en playoffs no fuera tan efectivo y jamás pasaran de final de conferencia.
Os dejo un vídeo que merece la pena ver:
Charles Barkley (1984-2000): Considerado como uno de los mejores 3 altos de la historia, la vitrina se le quedó con apenas un MVP y dos medallas olímpicas; demasiado vacía para lo que quizás merecía. Se ganó el sobrenombre de “el gordo” por su sobrepeso, que unido a apenas 198 centímetros hacían de su imagen motivo de burlas. Burlas que iría callando con el paso de los años. Buscó su anillo el Sixers, Rockets y sobre todo en Suns, pero siempre chocó con la leyenda de Jordan.
Los NY Knicks de Patrick Ewing (1985-2000): Otro equipo más que se topaba una y otra vez con la leyenda de Jordan, el cual se lucía una y otra vez en el Madison. A Ewing se le acusó de borrarse en los momentos de tensión, pero tras la primera retirada de “Air”, llegó al 7º partido de las finales contra los Rockets de Olajuwon; la suerte cayó del lado de Houston.
Los Jazz de Karl Malone y John Stockton, "El dúo mecánico" (1985-2003): Una de las historias más bonitas de la NBA, pero le faltó el final feliz. Sus partidos eran clinics de cómo ejecutar el pick and roll y su carrera un ejemplo de ir sumando año a año hasta llegar al punto más alto. Durante dos años consecutivos, el dúo mecánico puso contra las cuerdas al mejor equipo que ha jugado en la historia de la NBA. Pero parece que la historia estaba escrita y ese 5º y sobre todo ese 6º anillo de los Bulls eran inevitables.
Reggie Miller y sus Pacers (1987-2005): Miller es junto a Allen el mejor tirador de la historia. Tuvo su oportunidad en las finales de 2000, pero los Lakers de Shaquille O´Neal y Kobe les pasaron por encima
Philadelphia 73ers de Iverson (1996-2006): Un equipo dirigido por el mejor jugador bajito de la historia de la NBA, que enamoró a muchos aficionados. Lo más parecido al espectáculo del “streetbasket” que ha pasado por una pista de baloncesto. 2001 fue el año del base, logrando el MVP, pero cayendo derrotado en las finales ante los Lakers en 5 partidos.
Los Suns de Nash (2004-2012): Mike D´Anthony tenía en mente una divertida forma de jugar que denominó como Run&Gun, y Steve Nash la desarrolló en la pista a la perfección. Un contraataque tras otro que dejaban espectaculares vuelos de Stoudemire y pases imposibles de Nash. Lastima que el estilo en playoffs no fuera tan efectivo y jamás pasaran de final de conferencia.