Baloncesto y televisión, camino del apagón


El reciente cierre de Canal 9, la televisión pública Valenciana, ha supuesto una puñalada más a la visibilidad del Basket en nuestros hogares. Canal Sur y Telemadrid ya dejaron de emitir la liga ACB, aunque los andaluces andan en negociaciones para volver a retransmitir. Los aficionados ven como otro socio de la FORTA cae, y con ello sus retransmisiones. Atrás quedan los recientes años donde prácticamente todos los partidos de la jornada eran retransmitidos. El aficionado al basket podía disfrutar del espectáculo de la mejor liga de Europa, a la vez que se garantizaba ver los partidos que se jugaban fuera de su pabellón. El ente público, RTVE, nos permitía, además, 2 partidos por jornada, descentralizando las retransmisiones y abriendo los partidos a equipos no tan punteros, o más bien “no tan Madrid”. Por Teledeporte hemos llegado a ver, incluso,  partidos de Euroliga sin equipos Españoles, todo un gozo para los “colgados” de este deporte.


Pero la situación era insostenible. La crisis ha hecho mella y los derechos se pagan. Y el dinero debe ir a otras partidas. La Euroliga ha pasado a ser de pago, y la ACB queda limitada a un partido por jornada y gracias. Cada vez hay más partidos sin tele, y ver partidos de tu equipo a domicilio es poco común, a pesar del, a veces, infame sistema del Orange Arena.

Las consecuencias de esto son claras, a menos visibilidad, menos interés por el baloncesto. Así de simple. Se limita el acceso al deporte a aquellos que pueden permitirse la televisión por cable. El resultado será el conocimiento de lo (poco) que nos muestra la prensa, al margen del equipo de cualquier aficionado. Y eso va en contra de la competición doméstica. En España, que siempre hemos sido de ACB y Copa de Europa (ahora Euroliga), el paso del tiempo ha generado una masa de aficionados a la NBA espoleados por la trayectoria de Pau Gasol y sus seguidores, y sobre todo, por los partidos en abierto en Cuatro.

Los éxitos de la selección no se han transmitido a un mayor seguimiento de la liga, y si empezamos a perder el baloncesto en abierto (como ocurrió a comienzos de los 2000 con la ACB de pago por Canal +), podemos acabar como nuestro país vecino. Y es que en Francia, a pesar de la tradición baloncestístico, y de la trayectoria creciente de su equipo nacional, el seguimiento del deporte de la canasta es paupérrimo. ‘Le championnat’ no tiene televisión en directo, y solo una vez al mes, France 3 retransmite “el partido interesante”. Si quieres ver basket tienes que pagar, y si encima quieres ver Euroliga, tienes que pagar también, pero de manera adicional, puesto que no es el mismo canal el que realiza las dos retransmisiones. En consecuencia, el ciudadano medio desconoce los equipos de la PRO A y son incapaces de nombrar a más de 2-3 jugadores de la selección. Eso sí, el seguimiento de la NBA lo tienen más controlado. Francia es Parker.

Comparando, acabaremos como nuestros vecinos. Y quien se frota las manos es Bertomeu y su Euroliga, ya que se acerca a su objetivo, minimizar las competiciones locales para generar la necesidad de la gran Liga Europea cerrada. Y caminamos hacia ello. Camino al apagón.