A propósito de Ronald

Las luces del Key Arena de Seattle comienzan a encenderse.

Estamos a 30 de Octubre. Es el opening day de la temporada 2003/2004. En el vestuario local casi nadie repara en él. Está solo. Con la mirada perdida y un balón entre las manos.

Poco o nada se esperaba de un chico salido de la pequeña universidad de Shaw escogido en el puesto 42 de la segunda ronda del draft de 2002 por los Bucks.

Tras doce partidos prácticamente en blanco en la fría Milwuakee, se ve obligado a hacer las maletas con destino Seattle como jugador de relleno en el traspaso de Ray Allen de los Bucks a los Sonics.

Durante esa primera temporada como profesional apenas tiene minutos, jugando tan solo diez de media en un par de partidos de Regular Season.

Pero hoy tiene ante sí su gran oportunidad. La NBA, como la propia vida, nos pone a veces en nuestro camino oportunidades que difícilmente nos volverán a suceder, y Ronald es consciente de ello. La máxima estrella del equipo, y causa por la cual Ronald está en los Sonics, Ray Allen, sufre una lesión de rodilla que le impedirá comenzar la temporada y que le mantendrá lejos de las canchas durante al menos dos meses.

La concentración es máxima. El 22 de los Sonics es titular esta noche y aunque incluso muchos aficionados de Seattle desconocen la identidad del escolta de su equipo en el primer partido de la temporada, Coach McMillan le ha dado su gran oportunidad y “Flip” se va a encargar de que no olviden su nombre. Murray. Ronald Murray.

Ni es sus mejores sueños “Flip” podía haber imaginado un debut así. Como si se tratará de una de esas películas deportivas de superación personal frente a la adversidad en las que el protagonista siempre acaba alcanzando la gloria, Murray revienta el partido con 24 puntos como subalterno de lujo de Rashard Lewis que lidera a su equipo con 25, dando la victoria a sus Sonics frente a los Clippers de Elton Brand, Corey Maggette y Quentin Richardson.

Los medios se agolpan en torno a las figuras del equipo al finalizar el partido. Rashard Lewis, Brent Barry y por supuesto Ronald Murray, la estrella desconocida proveniente de lo más profundo del banquillo de los Sonics.

Muchos son los jugadores que a lo largo de una temporada ven sus nombres en los Hightlights del día por haber tenido puntuales actuaciones descollantes. El mérito de Ronald Murray va más allá.

Los Sonics comienzan la temporada con un back to back frente a los Clippers, esta vez en Los Angeles. Rashard Lewis anota 50 puntos en lo que es su máxima anotación individual en un partido de su carrera. Los Sonics vuelven a batir a los angelinos. Murray se va hasta los 22 puntos jugando de nuevo de titular y siendo el Sonic con más minutos en cancha.

Durante el mes y medio siguiente, Ronald “Flip” Murray se convierte en una estrella más de la Liga. Supera los veinte puntos casi en cada partido con unos promedios anotadores mucho más que correctos. De hecho con el paso de los partidos se convierte en el máximo anotador y jugador más importante del roster por delante del mismísimo Rashard Lewis.


Pero como todos los sueños, este también tiene su final.

Ray Allen vuelve tras su lesión el 23 de diciembre de 2003. Y lo hace a su mejor nivel. Desplegando clase y talento en cada rincón de la cancha y completando su mejor temporada como profesional hasta esa fecha.

Desde enero de 2004, Ronald comienza a jugar cada vez menos. La llama se va apagando. La estrella resultó ser fugaz.

A partir de entonces, la carrera de Murray comienza a tornarse gris. La temporada siguiente, también en los Sonics, pasa sin pena ni gloria, jugando pocos minutos, anotando muy pocos puntos con pobres porcentajes.

Los micrófonos ya no le apuntan. Los focos ya no se centran en él. Flip despierta del sueño pero nadie podrá arrebatarle ya su efímero paso por la aristocracia de la liga. Nunca volverá a ser el jugador franquicia, nunca llegará a ser All Star, ni tan siquiera sexto hombre, pero durante dos meses él fue el auténtico Jesus Shuttlesworth.

Tras los Sonics, Cavs (donde pareció que volvíamos a ver al mejor Murray de la mano de LeBron), Pistons, Pacers, Hawks, Bulls y Bobcats, ya con papeles muy secundarios antes de recalar en Europa en las filas del Efes Pilsen turco, donde tampoco destacó especialmente. Terminó su carrera en los Austin Toros de la NBDL.

En la actualidad, a sus 35 años, Ronald “Flip” Murray no está oficialmente retirado aunque está sin equipo.