Desglosando a Michigan Wolverines

Como bien sabéis todos, la temporada pasada fue una de las más exitosas de la historia de Michigan Wolverines, el equipo dirigido por John Beilein alcanzó lo que fue la quinta final del NCAA Tournament de la historia del college, y pese a no haber podido rematar la faena contra Louisville, aquel equipo liderado por los ahora NBA Trey Burke y Tim Hardaway Jr y en los que ya emergían las figuras de Nik Stauskas, Glenn Robinson III y Mitch McGary consiguió encandelar a todos los amantes del baloncesto universitario.


Así pues, los Wolverines ocuparon el séptimo puesto del ranking de pretemporada que realiza Associated Press pese a las sensibles bajas de los ya mencionados con anterioridad Burke y Hardaway Jr. Aún con todo, el bloque parecía sólido, se esperaba un paso adelante del tridente de sophomores formado por Glenn Robinson III, Mitch McGary y Nik Stauskas, y además se contaba con la aportación de gente como Caris LeVert, Jordan Morgan, Jon Horford, Spike Albrecht y de los freshman Derrick Walton Jr y Zak Irvin.

Arrancó la temporada y los Wolverines acreditaron unos resultados y unas sensaciones mediocres. Bien es cierto que las derrotas llegaron ante equipos de mucho peso en la competición como Iowa State, Duke o Arizona, pero era preocupante que tan solo Nik Stauskas y un sorprendente Caris LeVert fueran capaces de responder a las expectativas.

La lesión de Mitch McGary para el resto de la temporada justo antes de comenzar el calendario de la Big10 no invitaba al positivismo con respecto a cuál sería el papel del conjunto de John Beilein en la conferencia.
Se llegó a hablar de que la temporada estaba perdida, pero nada más lejos de la realidad, los Wolverines están practicando un baloncesto coral y muy sólido en el que Nik Stauskas es el santo y seña del equipo, pero no solo ha sido el canadiense el artífice de que Michigan lidere la que probablemente sea la conferencia más dura del baloncesto universitario.

LeVert es uno de los nombres propios de este equipo, el escolta de segundo año nacido en el estado de Ohio se ha erigido como el perfecto escudero de Stauskas y se ha destapado como la segunda opción ofensiva del equipo, superando a un Glenn Robinson III que pese a no haber dado un salto cualitativo en lo que anotación se refiere aporta una versatilidad necesaria para dotar a Michigan de una mayor solidez en ambos lados de la cancha.


La ausencia de Mitch McGary está siendo también bien cubierta por Jordan Morgan y Jon Horford, dos jugadores escasos de talento, suplen dicha carencia con intensidad y agresividad. Se valora muy poco la importancia de ambos, pero los que les reconocemos sabemos que su trabajo es intachable, mucha culpa de que los Wolverines lideren la Big10 junto a Michigan State recae en la oscura labor de Morgan y Horford.

Otro factor diferencial en la mejora con respecto al equipo que vimos en el non-conference es la adaptación a la competición de sus dos freshman, Derrick Walton Jr y Zak Irvin, quienes han incrementado considerablemente sus prestaciones hasta el punto de que Walton fue nombrado freshman de la semana en la Big10 no hace mucho tiempo. Habrá que ver sin el balón no les quema en el Madness.

No parece que el equipo que dirige John Beilein vaya a ser un contender de cara a alcanzar la Final Four de Dallas, pero no les descartemos, ya sabemos lo que nos puede deparar la locura de marzo. Lo que está claro es que el rendimiento desde que volvieron a la incesante guerra que supone cada partido de la Big10 ha ido in crescendo, a excepción de los últimos partidos. Llegaron los partidos de conferencia y como decía la canción de Motley Crue, home sweet home para unos Wolverines que quieren volver a dar que hablar en marzo, veremos si así es.